El tratamiento de la caries como enfermedad infecciosa constará de dos partes fundamentales. La primera será la eliminación del agente infeccioso y tejidos dentales afectados por la infección. La segunda parte será la restauración o rehabilitación del diente, si es posible. En caso de imposibilidad de restauración, la exodoncia o extracción del diente será el tratamiento a realizar. El odontólogo deberá valorar la colocación de un mantenedor de espacio, si la extracción es de un diente temporal y la erupción del diente permanente está lejos en el tiempo. Si el diente extraído es un diente permanente se reemplazará por un implante, un puente (prótesis fija) u otro tipo de prótesis.
Antes de decidir el tratamiento a aplicar a una caries se deben valorar dos aspectos, el grado de afectación que presenta el diente afectado y sí el diente es temporal o permanente. En los adolescentes que presenta dientes definitivos pero aún inmaduros su tratamiento también se diferenciará del diente permanente del adulto con raíces totalmente formadas.
El tratamiento de las caries que afectan a esmalte y dentina sin afectación de la pulpa o tejido vasculo-nervioso del diente es la obturación o empaste que será igual en dientes temporales como en dientes permanentes.
En caries incipientes que afectan parcialmente la superficie del esmalte se instará al paciente a mejorar su higiene oral y se realizará un control clínico periódico en consulta.
En niños, con riesgo alto de sufrir caries se valorará el sellado de fisuras como método de prevención.
Cuando una caries ya afecta el grosor del esmalte y avanza hacia la dentina, el tratamiento se iniciará con la remoción del tejido infectado. Una vez eliminada la dentina enferma se realizará la restauración del diente mediante resinas compuestas o composites. Estas resinas compuestas o composites han sustituido prácticamente en nuestro país a la amalgama (empastes de color metálico).
Uno de los aspectos más positivos del composite frente a la amalgama es la estética. Los composites tienen una amplia gama de colores blancos que se acercan al color natural de cada paciente, pudiendo llegar a pasar desapercibidos. La adhesión de los composites al diente mediante el tratamiento de la superficie sana del diente con agentes adhesivos ha sido otra ventaja con respecto a los empastes metálicos. Las amalgamas no se adherían a los tejidos dentarios y se utilizaban técnicas que aprovechaban las propiedades de expansión de estas aleaciones. Se realizaban cavidades retentivas de paredes convergentes hacia la superficie masticatoria u oclusal que evitaban la caída del empaste. A las pocas horas se producía la expansión del material que quedaba totalmente retenido en el diente. El inconveniente de esta técnica era el sacrificio de tejido sano en pos de un diseño retentivo de la cavidad. En cambio, los composites respetan el tejido sano dentario, con una menor pérdida de estructura del diente. Los composites han ido mejorando sus características de resistencia, elasticidad y dureza. Estás características son importantes en las restauraciones de molares que están sometidos a importantes fuerzas durante la masticación
Cuando hay una afectación más profunda de los tejidos del diente llegando a contactar la caries con la pulpa. Se manifiesta con una pulpitis (afectación del nervio e inflamación del tejido pulpar), el tratamiento de elección, en este caso será la endodoncia del diente permanente del adulto (matar el nervio). El tratamiento endodóntico es la eliminación del tejido vasculo-nervioso de la pulpa dental que se encuentra en la cámara pulpar (en el interior del diente) y en los conductos de radiculares de las raíces de los dientes. Una vez eliminado este tejido y se sustituye por un material bacteriostático que previene la recidiva de la infección dentaria.
En dientes temporales, el tratamiento de la pulpitis será más conservador utilizándose técnicas como el recubrimiento directo e indirecto, la pulpotomia y la pulpectomia.
En los dientes definitivos con raíces en formación se utilizarán también técnicas conservadoras como recubrimiento directo, pulpotomia y apicoformación.
Brevemente explicaremos las diferentes técnicas de tratamiento pulpar:
Recubrimiento directo: se utilizará en paciente asintomático. Es el cubrimiento o sellado mediante hidróxido de calcio de la pulpa vital cuando esta ha estado expuesta mínimamente por un traumatismo o por iatrogenia al retirar tejido cariado. Esta técnica se puede aplicar tanto en dientes permanentes como en dientes temporales.
Recubrimiento indirecto: se efectúa en pacientes asintomáticos. Se deja dentina afectada por la caries para evitar la exposición de la pulpa y se cubre con hidróxido de calcio. Esta técnica se puede aplicar tanto en dientes permanentes como en dientes temporales.
Pulpotomia: es la eliminación de la pulpa contenida en la cámara pulpar y el sellado de los conductos radiculares, no afectados con un material que, generalmente, es hidróxido de calcio. Esta técnica se puede aplicar tanto en dientes permanentes como en dientes temporales.
Pulpectomía: es la eliminación total de la pulpa de la cámara coronaria así como la pulpa radicular para luego rellenar los conductos con óxido de zinc eugenol. El óxido de zinc eugenol es reabsorbible y facilita así la reabsorción de la raíz cuando empieza la erupción del permanente.
Apicoformación esta técnica se utiliza en dientes permanentes con raíces inmaduras con afectación clínica de la pulpa cameral y de la pulpa de los conductos. Ambas se eliminan con la limpieza de los conductos radiculares y de la cámara pulpar y se introduce en su lugar hidróxido de calcio. Una vez completada la formación de la raíz continuaremo
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